Aveces anhelas tanto un momento, luchas por tenerlo contra todo, dejas pensamientos tatuados en tu almohada, mientras que tu anheló va a paso acelerado y solo lo puedes kilómetros frente a ti.
muchas veces puedes correr y fatigarte y aun así no puedes alcanzarlo, y quizá un grito puede hacer que pueda voltear hacia atrás, pero por mas alto que sea ese grito simplemente no se podrá escuchar cuando los ruidos intervienen el sonido de tu voz.
De repente te detienes a descansar, y mientras buscas un camino mas corto para llegar y dibujas rutas en el viento, te das cuenta que el camino ha ejercitado el corazón, que tu cabeza tiene mas espacio pero que te vas desarmándote dejando en el camino lo que te hace único.
Al dar vuelta hacia atrás para recoger mis pedazos y armar lo que realmente eres, puedes darte cuenta que detrás de ti hiban miradas que seguían tus pasos, que quizá gritaron y no escuchaste, que corrieron y te adelantaste, pero que perseveraron y aun asi siguen tu camino.
